The real red shoes

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Κυριακή 18 Ιανουαρίου 2015

Lo que sé de los hombrecillos de Juan José Millás



Leí este libro hace muchos meses, pero solamente ahora puedo escribir algo sobre mi experiencia. La escritura de Juan José Millás es especial y diferente. Me encanta su estilo claro y sus imágenes interesantes. Se nota que Millás es periodista por su sintaxis. Opta por escribir frases claras y sencillas y esa sensatez, un característico muy común entre los periodistas buenos, me encanta.



Sin embargo, su libro es raro. Es tan raro que me hizo sugerir que es un poco autobiográfico. El protagonista es un hombre inteligente, educado y maduro, más o menos como Millás. Y ese hombre, un profesor de economía puede ver unos hombrecillos vestidos de traje gris viviendo en su casa, saliendo de sus bolsillos, comiendo las sobras en su cocina. Su apariencia hizo que la vida cotidiana del profesor fuera muy diferente y a veces perturbada. Un día, los hombrecillos ofrecieron al profesor su propio hombrecillo, así que él vivió por algunos días una vida doble.

En consecuencia, el protagonista tenía una duplicada y diferente perspectiva de la vida, la del hombrecillo y su perspectiva propia. El hombrecillo necesitaba vivir una vida de vicios, pedía que su versión grande fumara, violara hasta que matara. El profesor al principio hace todo que el hombrecillo pide porque le encanta la vida sexual de los hombrecillos, pero empieza tener miedo de los deseos de su miniatura.

Parece que es una historia de introspección que ha resultado en la derrota de los hombrecillos, y sus deseos incesantes. No niego que es una historia muy personal y también quizás sería mejor que la leyeran personas mayores con experiencias similares. Por mucho que me gustó su escritura, no volvería leer “Lo que sé de los hombrecillos”. A veces sus imágenes eran crudas, a veces me sorprendía tanto que no me podía creer que alguien pudiera desear una experiencia tan pervertida.
 
No obstante, no puedo olvidar el humor proprio de Millás cómo su moral del final: el profesor se libra de la tiranía de los hombrecillos y reconoce que hay más en la vida que las matanzas y los vicios. Y cómo he leído por internet, el profesor entiende algo muy importante: que no es necesario matar o violar para llegar al fondo pestilente de la condición humana, ya que existen pequeños actos cotidianos donde la crueldad y la violencia se manifiestan.    

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